La ciudad es famosa por su vino espumoso, el Blanquette de Limoux, así como por su carnaval, el más largo del mundo, que se organiza cada invierno. En ciclismo, la ciudad acogerá un Tour de Francia por tercera vez. En 2012, en la última salida que se celebró en Limoux, los corredores se dirigieron a Foix. Aquel día, Luis León Sánchez ganaría la etapa, con una configuración que dominaba bien, aprovechando el descenso final hasta la meta.
Las dos primeras llegadas de etapa del Tour que se celebraron en Foix premiaron a corredores audaces que habían formado parte de escapadas: el noruego Kurt Asle Arvesen en 2008 y Luis León Sánchez en 2012. Cinco años más tarde, el Tour llegaba a Foix un 14 de julio, día de la fiesta nacional de Francia. Warren Barguil, que llevaba para entonces luciendo varios días el maillot del rey de la montaña, se adjudicaba su primera victoria de etapa en el Tour, tras imponerse a grandes gallos como Nairo Quintana, Alberto Contador o Mikel Landa en un emocionante esprint.
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