“Ha sido fantástico; nunca olvidaré mi décima victoria en el Tour. La actuación de mi equipo ha sido increíble. He estado nervioso todo el día, porque tenía que estar bien colocado y al final la carrera no se rompió hasta los últimos 15 kilómetros. Sacamos partido de nuestra fuerza colectiva y logramos rematar la etapa con victoria. Sabía que tenía buenas piernas y la cantidad de aficionados que había en los últimos kilómetros me puso la piel de gallina. Tenía que lograr este triunfo, y mis piernas sintieron un chute de energía de pura adrenalina. Ha sido una sensación increíble”.
“Teníamos una grandísima oportunidad hoy, y estoy muy contento de haberla aprovechado. Había soñado con este maillot amarillo. Gané el verde hace dos años y ahora voy a poder colgar el amarillo en casa; ¡es genial! Voy a celebrar esta victoria con mi equipo porque nos la merecemos todos. Mathieu [Van der Poel] ya consiguió ponerse de amarillo en 2021, y es genial para el equipo lograrlo de nuevo”.
“Siempre hay presión en el Tour. El nivel de la competición es muy alto. Teníamos que estar concentrados al 100% en todo momento. El apoyo de mis compañeros, su experiencia, su calma… Me insuflaron confianza. Estoy muy contento de haber podido disponer de ellos en los kilómetros finales. Es un esfuerzo de equipo y estoy contento de haberlo rematado. Nos hemos quitado un peso de encima y ahora vamos a por más”