“Estoy algo contento con mi segundo puesto, pero también un poco enfadado. Me da pena haber perdido una oportunidad tan buena de vestir el maillot amarillo. El maillot blanco es un buen premio de consolación, toda vez que es mi último año compitiendo en la clasificación de los Jóvenes… pero he de decir que, para mí, el mejor maillot del Tour de Francia es el verde”.
“Desde el principio de la etapa había muchísimos nervios en el pelotón a causa del viento. Estaba seguro de que iban a haber cortes en algún momento. Intenté situarme bien en todo momento por si acaso, y conseguí estar ahí cuando el corte ocurrió. Por desgracia, tuve que hacerlo todo yo solo y gastar un montón de fuerzas porque no tenía compañeros conmigo en la parte final, y los eché en falta. En todo caso, estoy muy contento con mi forma física porque me he sentido cómodo desde el principio hasta el final. Ahora mismo me siento cansado, pero sé que la etapa de mañana también es buena para mí. He venido a por etapas, y voy a tratar de ganar una cuanto antes”.
