El Tour de Francia es la carrera más grande del mundo. La veía por la tele de pequeño, y el maillot de puntos rojos siempre estaba en la pelea. Hoy he conseguido hacerme con ese maillot, y hacer realidad un sueño de infancia. Sabíamos que ponerme líder de la Montaña era una posibilidad, y también que necesitábamos que muchos factores se pusieran de mi parte. La escapada debía ser cazada antes del Vivero, y yo tenía que llegar a la cima en buena posición para esprintar. Mi director me dijo que quien llegara el primero a la rampa final se llevaría los puntos, así que me puse en cabeza del pelotón bastante antes de la misma… Quizá comí más viento del necesario… Pero ha merecido la pena. Este maillot de puntos rojos puede convertirse en un objetivo para el resto del Tour, pero todavía queda mucha tela por delante… Así que, por lo pronto, me voy a limitar a disfrutarlo mientras lo lleve.
Me siento en muy buena forma ahora mismo. Me tomó un tiempo recuperarme después de una primavera muy cargada. Estuve varias semanas en casa con mi mujer, y entrenando en altura. Ahora he recuperado mi mejor forma física, justo a tiempo para el Tour de Francia.
Ha sido un día agridulce para el equipo debido a la caída de Richard Carapaz. Me alegro mucho de que haya podido volver a montarse en la bici y acabar la etapa. Espero que está bien porque es un ciclista espectacular y, si no se ha hecho mucho daño, tendrá bastante que decir en este Tour.
