En la última etapa, las emociones estarán a flor de piel. La mesura del principio dará paso a las celebraciones, las felicitaciones e incluso algún que otro sorbo de champán. Sin olvidar el placer de volver a disfrutar de París y su región a vista de pájaro. Los escalofríos llegan cuando, en los Campos Elíseos, se procede a la entrega del ramo de flores más codiciado por todo velocista que se precie. Salvo sorpresas, claro está.
Comentario de Christian Prudhomme
1 febrero 2020
- 13:20
Comentario de Christian Prudhomme