Lo veréis, escucharéis y leeréis en mil lugares a lo largo de este domingo; con un poco de suerte, éste sera el primero y el titular os parecerá original. El alcalde de Châteauroux ha colocado bajo varios de los carteles que anuncian el término municipal de esta modesta ciudad de 43.000 habitantes, capital del no menos modesto departamento de Indre, un segundo cartel que reza: ‘Cavendish City’. Fue aquí que el mítico velocista de la Isla de Man apuntó su primera victoria en el Tour de Francia, allá por 2008, cuando era una estrella emergente; también la número 17, en 2011, cuando era el mejor velocista del mundo y también el más polémico; y más tarde la número 32, en 2021, cuando todos le dábamos por amortizado porque llevaba cinco años sin ganar en el Tour y él se empeñó en llevarnos la contraria a base de talento y carácter. Capítulos claves de una historia que pareció cerrada con una caída camino de Limoges y, sin embargo, tuvo un epílogo a la altura de la epopeya en Saint-Vulbas, un enclave que era conocido por su central nuclear y ahora es inolvidable porque, en él, el mejor sprinter que ha existido batió el récord existente de victorias parciales en la mejor carrera que existe.
Además de los éxitos de Cavendish, Châteauroux también presenció los concursos de tiro de los Juegos Olímpicos de París 2024. Dar en la diana será el reto de los velocistas de esta Grande Boucle, que se encuentran frente a la última jornada abocada a la llegada masiva. Existen otras: Toulouse, Valence, París… pero todas con un asterisco de cotas, puertos o fatiga que este domingo no existirá. Jonathan Milan (Lidl-Trek) y Tim Merlier (Soudal-Quick Step) podrán disputar con la tranquilidad de quien ya ha anotado una victoria. Otros sentirán más presión: Biniam Girmay, centro de las esperanzas de un Intermarché-Wanty que en cada etapa llana se ha fajado con denuedo y sin recompensa; Dylan Groenewegen, que necesita el triunfo a título personal tanto como lo precisa su Jayco-AlUla; Kaden Groves, que ansía aprovechar la oportunidad que por desgracia le brinda la ausencia de su jefe de filas Jasper Philpsen. Todos precisan acertar en Cavendish City; sólo lo hará uno.