Ha sido un desenlace bastante tenso, pero esto es el Tour de Francia: no hay regalos para nadie, todo el mundo va con todo. Estoy muy feliz con la actuación de mi equipo, ya que me lanzaron a la perfección: primero Jonas [Rickaert] y después Mathieu [Van der Poel]. Estoy muy contento de haber rematado el trabajo de mis compañeros. Que Mathieu me lance los sprints es increíble. Sabemos que, si pudiera jugar sus propias bazas, estaría peleando por la victoria. Era un final complicado, con una curva muy cerca de meta, y yo simplemente busqué la trazada más corta. La primera llegada masiva siempre es la más nerviosa, con todo el mundo fresco y motivado. Hoy se mascaba la tensión en el pelotón ya a 70 kilómetros de meta. A partir de aquí buscaremos otra victoria de etapa, tan pronto como mañana. Estoy muy feliz de haber ganado este primer sprint.
