Estar en la escapada no formaba parte del plan. Simplemente he improvisado, tratando de disfrutar de la carrera. Una vez me filtré en ese grupo, quise disfrutar el día al máximo: ganar el máximo tiempo posible para la general y buscar la victoria de etapa si era posible. Al final he conseguido las dos cosas, y de un plumazo estoy aquí vestido con el maillot amarillo. Es increíble. No tengo palabras.
Puede que para otras personas sea una sorpresa verme con el maillot amarillo. En cuanto a mí, a priori yo no sabía qué esperar. Es mi primer Tour y es difícil venir con grandes ambiciones. En todo caso, sí sabía que quería ser competitivo y buscar un gran éxito. He visto el Tour de Francia desde que tenía 6 años y vivía en Australia. Siempre he soñado con correrlo. Estar aquí vestido con el maillot amarillo y habiendo ganado una etapa es increíble. Gracias a mi familia, a mi novia, a mis fans, y a todas las personas que me han ayudado durante toda mi carrera deportiva.
