Es un sentimiento increíble. Estar aquí lo es; ganar, todavía más. No me lo puedo creer todavía. Muy agradecido a mi equipo y a mis compañeros por todo su trabajo, por su apoyo, por creer en mí. Espero hacer que su trabajo valga la pena también en las próximas etapas.
No sé si soy capaz de seguir en el podio hasta París. El resto de los ciclistas también son muy fuertes. No quiero obsesionarme con el podio. Me lo voy a tomar día a día, tratando de hacerlo lo mejor posible. No me preocupa ahora mismo, la verdad. Sólo quiero disfrutar de este momento, disfrutar de esta victoria, disfrutar de esta carrera porque realmente este Tour de Francia está siendo un sueño para mí.
Cuando estaba persiguiendo a Tadej Pogacar y Jonas Vingegaard, simplemente me concentré en hacer lo que quedaba de subida lo más rápido posible. En el descenso, parecido: sé que soy rápido bajando, que no se me da mal, así que quise sacar partido de ello. La victoria llegó gracias a eso. Seguro que tantos años haciendo BMX me han ayudado.
Estoy muy agradecido a mi equipo y a todos mis compañeros por su apoyo. No obstante, si le tengo que dedicar esta victoria a alguien, es a mis padres y a mi familia, que me ha apoyado desde pequeño. Han hecho todo lo que han podido por mí; me lo han dado todo; y estar aquí hubiera sido imposible sin ellos. Todavía hoy siguen apoyándome y tratan de estar conmigo en todas las carreras que pueden. Esta victoria es para ellos.
