Cuando he atacado no pensaba en si iba a funcionar: sólo en dar lo máximo. Miraba el potenciómetro y veía que iban bajando los vatios a la vez que se aproximaba la meta… pero he subido un piñón, y he logrado llegar a meta. Ha sido una locura.
Me sentía un poco peor que ayer, y de hecho noté un poco de flato en la subida a Jaizkibel. Por una vez tenía un plan claro para la parte final, que era arrancar en el último kilómetro. Por eso me he acoplado y lo he dado todo, sin especular. Ayer fui víctima del marcaje, y hoy he conseguido aprovechar mi oportunidad. He visto que Jumbo había trabajado mucho en la parte final y sabía que Wout [van Aert] no iba a responder en primera persona, por lo que era posible intentarlo y que saliera bien.
Hace años que escucho decir al Cofidis que viene a por una victoria de etapa; me alegro mucho de poder quitarle esa espinita a mi equipo. Vamos a seguir en la misma línea, porque si logramos un segundo triunfo sería tremendo. Bryan Coquard está fortísimo, así que… ¿por qué no?