Si soy sincero, la etapa de hoy no ha supuesto ningún estrés para nosotros. Lo teníamos todo controlado en todo momento, y yo en particular sentía muy buenas piernas tras el día de descanso. Estoy contento de conservar el maillot amarillo de cara a las dos etapas más duras de este Tour de Francia.
Admiro a Lennard Kämna. Mejora cada día y se ha convertido en uno de los mejores especialistas del mundo a la hora de escaparse o cazar etapas. Hoy casi me quita el maillot amarillo, e imagino que hubiera sido un buen premio para él. En la subida final, muchos equipos se pusieron a pelear por la posición y, como consecuencia, el pelotón aumentó el ritmo. Creo que eso marcó la diferencia de cara a que yo pueda seguir en primera posición de la general.
No mola perder compañeros, y ha sido un poco triste ver cómo George [Bennett] se tenía que marchar a casa. Espero sobrevivir en los próximos días. Nuestra motivación continúa intacta y vamos a seguir luchando por la victoria como siempre.
