Esta es una victoria muy importante para mí porque siento que es la que me faltaba en mi palmarés. Había conseguido etapas en Giro y Vuelta, pero no tenía ésta. El primer día, cometí errores que echaron a perder el trabajo de mis compañeros y provocaron que perdiera la ocasión de ganar. Por fortuna, Julian Alaphilippe se ocupó de darnos una alegría para elevar la moral del equipo y hoy nos sentíamos muy motivados.
Todos mis compañeros han hecho un trabajo excelente. Kasper Asgreen e Yves Lampaert han estado todo el día en cabeza del pelotón, controlando la carrera. Dries Devenyns ha hecho un trabajo excelente para colocarnos antes de la curva estrecha y complicada de los dos últimos kilómetros. Luego Julian ha puesto su grano de arena y yo he confiado ciegamente en Michael Morkov: él es la persona que toma las decisiones en nuestro ‘treno’. Tiene la experiencia y las piernas necesarias para marcar la diferencia al sprint. Max Richeze ha hecho perfectamente su trabajo para lanzarme a la máxima velocidad posible y que pudiera conseguir la victoria incluso aunque Alexander Kristoff haya intentado sorprenderme. Ha sido un bonito mano a mano.