¿Nuevo reparto de cartas entre Sallanches y Megève? (5/6)

¿A qué jugamos?
Las contrarrelojes durante la tercera semana del Tour de Francia no se parecen nada a las demás. El estado de cansancio puede hacer mella en las capacidades de los mejores especialistas. Por el contrario, lo que esté en juego puede hacer que otros más reacios saquen fuerzas de flaqueza. Además, la subida a Megève es aún más atípica y ofrece un recorrido que resultará más favorable para los reyes de la montaña, especialmente con la ascensión de Domancy. El perfil altamente irregular obligará a los corredores a adaptarse a abruptos cambios de ritmo, por ejemplo en la secuencia entre la subida de los Chozeaux y el descenso a Megève. Podrían volverse a repartir las cartas en este ejercicio: una bendición para algunos, una trampa para otros…
 
Seguro que lo tienen pensado…
Los más rápidos de los escaladores se sentirán cómodos. Por ejemplo, Chris Froome, que se imponía en un recorrido lleno de subidas entre Embrun y Chorges en 2013… aunque hay que recordar que, en ocasiones, al líder de Sky le cuesta gestionar los finales del Tour. Con el maillot amarillo o sin él, Froome deberá hacer frente a la sed de victoria de rivales que ya han mostrado su valía. Hace menos de un mes, Alberto Contador hacía gala de su potencia en las ascensiones en un “prólogo vertical” en Gets, durante el Critérium del Dauphiné. Ese día conseguía imponerse al vigente campeón británico. Sin embargo, estaba ausente Nairo Quintana, a cuyo talento de escalador se suman sus claras aptitudes para la contrarreloj.

También hay un puñado de pesos pluma que podrían realizar un bonito recital, empezando por Richie Porte, capaz de la mejor crono y segundo en el “Muro” de Gets, la última etapa similar que ha disputado. Desde el Dauphiné, se han visto confirmadas sus ambiciones. Además, el regreso de un nuevo protagonista francés cobra cada vez más relevancia, sobre todo en lugares que cuentan con tanta historia. En los últimos tres años, Thibaut Pinot ha ido mejorando sus resultados en contrarreloj; una evolución que alcanzó su apogeo en Vesoul, donde logró el título de campeón francés de la especialidad. En Sallanches, el líder de FDJ afrontará la prueba con su maillot tricolor y todos los sueños están permitidos… sobre todo si tiene un objetivo específico ese día.
 
Un poco de historia
Sallanches ha acogido en dos ocasiones los campeonatos del mundo de ciclismo, que ganaron dos campeones del Tour de Francia. En 1964, se imponía el holandés Jan Janssen. Aunque la edición de 1980 la tendrán aún más reciente. Bernard Hinault se presentaba tras sumar decepciones sucesivas en las citas mundiales anteriores y tras salir por la puerta pequeña en el Tour de 1980, por una lesión en la rodilla. Sin embargo, esta jornada se convertiría en un día de gloria para este embajador del Tour de Francia. Para conmemorarlo, se entregará un premio Bernard Hinault al corredor más rápido en la cima de la ascensión de Domancy.

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