“Ha sido un día muy duro. Los primeros 60 y 70 km hemos rodado a tope para controlar todos los intentos de fuga. Siempre es una incertidumbre saber cómo va a responder tu cuerpo después de un día de descanso. Me agrada saber que todo ha ido bien. La cronoescalada de mañana va a ser crucial. Dumoulin será el rival a batir, pero va a ser muy difícil porque está a un nivel altísimo, ya lo demostró la última vez. Creo que se volverán a ampliar las diferencias. Habrá una gran batalla, sobre todo por el Top 5 y por el podio. Movistar y Astana han dejado claro hoy que no van a soltar prenda y no han dejado de presionar a Yates y Mollema. A ver qué tal le responden mañana las piernas a Quintana. Yo he revivido buenos momentos con Richie [Porte] pero me ha presionado bastante, me he tenido que pegar a su rueda y aguantar ahí hasta el final. Por lo menos he conseguido sacarle algo más de tiempo a los rivales, así que estoy contento. Tendría que ocurrir algo muy drástico para perder el Tour. Hoy hemos vuelto a demostrar que vamos por muy buen camino. No solo yo, también mis compañeros que lo han dado todo desde el principio. Sergio [Henao] acaba de ser papá. Fue ayer, durante el día de descanso. El hecho de que haya decidido quedarse aquí en lugar de volver a Colombia demuestra el grado de compromiso que tiene este equipo. La diferencia del Team Sky con respecto a otras formaciones es que mis ocho compañeros están centrados en un único objetivo, que es ayudarme a ganar el Tour de Francia. En cambio, otros equipos tienen dos bazas en la general, o un sprinter que juega por las victorias de etapa, otro que se mueve mejor en las fugas…etc. Liderar la general el Tour de Francia también es saber lucir el maillot amarillo, enfrentarte a la prensa todos los días…al principio te sientes un poco presionado por estar en esa posición, pero ahora es más fácil, estoy más relajado”.