“Se agradece un día tranquilo después de los dos días que hemos vivido y teniendo en cuenta lo que queda por venir. Me ha venido bien desconectar un poco y rodar en el pelotón, sobre todo por el fuerte viento que soplaba en contra. La de mañana será una etapa complicada. Conozco bien el recorrido y creo que se ha subestimado esta etapa porque no tiene un final en alto…pero hay 4000 metros de desnivel y un descenso complicadísimo al final. Es una etapa clave a estas alturas de la competición. Ha sido un Tour muy duro hasta ahora. Hemos probado casi todas las modalidades del ciclismo: en llano, en la montaña, contra el reloj…y estoy contento por la ventaja que conservo. Me da algo de aire y de espacio pero todavía queda mucho trabajo por hacer. No dudo de que Nairo Quintana vaya a atacar en los Alpes. Es lo que ha hecho en los últimos dos o tres años, siempre está mejor en la tercera semana. Alejandro Valverde también está muy en forma y otros equipos como la BMC con Tejay [van Garderen] y Richie [Porte] estarán atentos para intentar subir al podio. Tengo que vigilar a Bauke Mollema ahora. Es segundo y tengo que considerarlo mi mayor rival. Esperaba que Fabio Aru estuviera más arriba en la general a estas alturas de la carrera. Cinco minutos es mucho tiempo que recortar, pero nunca se sabe…en el ciclismo siempre pueden pasar cosas raras. También lo tendremos vigilado. A lo mejor ha guardado fuerzas para la última semana”.
Entrevistas
16 julio 2016
- 19:14
Chris Froome: “Me ha venido bien desconectar”