Brindis y muchas sonrisas
Bernard Hinault ha ondeado la bandera que indicaba la salida de la última etapa del Tour de Francia 2016. La Grande Boucle ha querido homenajearle así por su labor como Embajador de la prueba durante los últimos años antes de que le ‘Blaireau', como se le conoce, abandonara definitivamente sus labores en la organización.
El pelotón, formado por 175 corredores, se ha lanzado a por los últimos 113 de recorrido hacia una meta triunfal situada en la avenida más prestigiosa de la capital francesa. Tras un arranque tranquilo en el que los triunfadores de la ronda se han dedicado a sonreír, brindar, charlar y disfrutar de la jornada, el grupo ha llegado unido al último ascenso de la 103º edición del Tour, la Côte de l'Ermitage en la que Roman Kreuziger se ha llevado el último punto en juego para la clasificación de la montaña.
Un homenaje a 'Purito' en su último Tour
‘Purito' Rodríguez ha hecho los honores en la entrada del pelotón al circuito de los Campos Elíseos (km 48). Un sentido homenaje para el último Tour del catalán que pondrá fin a su carrera profesional al final de la temporada.
La fuga del día se ha formado a 50 km de meta con ocho hombres que han abierto un hueco de hasta 25” con el pelotón: Alexis Gougeard (AG2R-La Mondiale), Lawson Craddock (Cannondale-Drapac), Markus Burghardt (BMC), Daniel Teklehaimanot (Dimension Data), Jérémy Roy (FDJ), Jan Barta (Bora), Rui Costa (Lampre-Merida) y Brice Feillu (Fortuneo-Vital Concept). Antes, había anunciado su abandono Tony Martin, que sumado a un inoportuno pinchazo y posterior enfado de Marcel Kittel, hacía presagiar que no sería el día de Etixx-Quick Step.
Una ansiada victoria
Pese a todo, Kittel consigue enlazar con el grupo a falta de tres vueltas, cuando saltan al ataque Wouter Poels y Luke Rowe (Team Sky), que conectan con la fuga. A 15 km del final, el pelotón rueda agrupado y neutraliza los sucesivos ataques de Teklehaimanot primero y Lutsenko y van Avermaet después. La victoria se juega, como previsto, al sprint pero sin Bryan Coquard, la esperanza de los franceses hoy, que sufre un pinchazo a 2,5 km del final. Una intensa batalla final que se juega entre André Greipel, Peter Sagan y Alexander Kristoff y que, tal y como ocurriera el año pasado se ha terminado llevando el Gorila de Rostock, que vuelve a rugir en los Campos Elíseos.
