“He respetado el plan que habíamos trazado en la reunión de esta mañana. Sabía que tenía que coger la fuga y eso ha sido quizás lo más difícil. Desde el principio del Tour hemos visto formarse grupos muy nutridos en cabeza, con una treintena de corredores y eso es algo que siempre es difícil controlar. Tenía que coronar el Glandon acompañado por el menor número de corredores posibles. Y eso es lo que ha pasado. Luego, he podido contar con mis habilidades en el descenso para crear el hueco. Lo que he hecho es pensar que el Glandon era la meta de la etapa. Me dolían las piernas pero he pensado en todos mis esfuerzos por estar en forma en este Tour. Sabía que contaba con la confianza del equipo, por eso esta victoria es en parte de mis compañeros. He tenido que resurgir de los problemas que nos han acuciado. No he estado cuando se me esperaba ya que el objetivo era estar entre los cinco primeros de la general y no era fácil darle la vuelta a la tortilla pero hemos tirado para adelante hoy con Bakelants y Riblon. En la etapa de Mende cometí un error táctico. No conocía la llegada y toda la culpa es mía, solo puedo reprochármelo a mí mismo. Esa noche no conseguía asumir que habíamos perdido. Pero tal vez eso haya contribuido a aumentar mi motivación. Hay que perder para poder ganar…y creo que mi resurgir de hoy se debe, en parte, a ese fracaso”.
Entrevistas
23 julio 2015
- 19:21
Romain Bardet : «Hay que perder para poder ganar»