Es increíble. Tenía unas ganas locas de disputar un sprint, porque no ha habido muchos este año. El final ha estado muy reñido, porque había muchos atacantes delante, pero el equipo ha sabido hacer un final perfecto, y Brad lo ha calculado todo para alcanzarles en el último kilómetro. Después Edvald me ha ayudado y finalmente he podido escaparme. Gran parte de la victoria se la debo a ellos.
Hemos venido a este Tour con la intención de conquistar el maillot amarillo y ahora resulta que ocupamos los dos primeros puestos de la general. No se puede pedir más. Formar parte del equipo que gana el Tour de Francia es todo un honor. Aunque me deje a mí y mis opciones al sprint en segundo plano.
¡22 etapas! En esta ocasión he tenido que esperar tres semanas. Igualo así a André Darrigade, que ganó 22 etapas, 15 de ellas al sprint. Igualar su marca me llena de orgullo.
A nivel físico la carrera ha sido durísima. He intentado hacer mi trabajo antes de que desembarcáramos en la montaña. Y después he contado con Bernhard Eisel, que me ha protegido y esperado, aunque en términos generales he conseguido mantenerme en buena forma.
Mentalmente no ha sido excesivamente duro pues teníamos el maillot amarillo y todo el equipo ha hecho un trabajo increíble; ha sido un privilegio formar parte de él. Con todo soy sprinter y he tenido que encontrar mi lugar en el equipo: es como si colocáramos a Wayne Rooney a jugar de defensa… He estado un tanto perdido. Esta mañana, en el autobús, Sean Yates nos ha dicho ‘muy bien, chavales, hoy dejamos que se escape la fuga’. Y yo he contestado ‘por favor, dejadme intentarlo’. Entonces Brad ha dicho, ‘escucha, vamos a rodar fuerte y vas a tener tu sprint’. Y eso es precisamente lo que hemos visto. Podrían haberse relevado al final, pero tanto Brad como Froome han querido intervenir y les estoy muy agradecido por ello. Han sido tres semanas de mucha emoción en las que he disfrutado de cada minuto.
Entrevistas
20 julio 2012
- 17:42
Mark Cavendish: "He disfrutado de cada minuto"