Tuve una primer semana difícil, en la cual, perdí mis ambiciones para la clasificación general. Y es a partir de ese momento, que comencé a pensar en esta etapa, porque me gustaba. Las subidas estaban difíciles, pero es más fácil para mí porque la llegada no era en altitud.
Después de mi segundo puesto detrás de Cyril Dessel, el año pasado en Jausiers, me he vuelto más metódico para la preparación de este tipo de llegada. Sabía, que tocaba estar listo desde la antepenúltima vuelta para imponerse. Pero no me esperaba ver a Andy Schleck, quien ganó la punta inmediatamente. Hice lo máximo para pasar. Después pensaba que me quedan 200 metros , pero en realidad quedaban 350. Y luego pensé a todas estos segundos puestos. Evidentemente tenía miedo de Luis León Sánchez, que ya me había ganado el año pasado en Saint-Girons. También sabía que Cunego podía ser más rápido. Pero he dado lo máximo en los últimos 200 metros, con la idea de que no podía perder. Le dedico esta victoria a mi padre, a quien pensé en la final. El era sprinter y me decía que en este tipo de situación, toca atacar de primeras . Y eso hice.
Entrevistas
13 julio 2010
- 18:24
Sandy Casar: “No podía perder”