La etapa de mañana será la primera de montaña y no sé qué esperar. Sólo deseo sentirme bien. Creo que es muy pronto para pasar a la ofensiva teniendo en cuenta que después viene una contrarreloj y otra dura etapa de montaña. Pero, de todas maneras, pienso que no faltarán atacantes mañana.
Ésta es la tensión propia del Tour de Francia. Todas las etapas son un poco así. En televisión se ve una mancha grande, pero dentro lo vivimos con mucho estrés. Yo mismo pude haber sufrido una caída como lo hizo Nairo Quintana. Un corredor se apoyó en mi hombro durante varios metros y no me caí por poco. Y, si te pones a contar, es algo que ocurre 15 veces cada día. Son cosas del ciclismo.
Espero hacerlo bien para el equipo. No sé si ganar la carrera, si ser segundo o tercero… Sólo quiero terminar el Tour y sentirme contento con lo que he hecho.
