Esto es un sueño de infancia hecho realidad. Ésta es la carrera que quería ganar desde pequeño, cuando veía el Tour de Francia por televisión en Australia.
A 10 kilómetros de meta me afectó la caída de mi compañero Jasper de Buyst y me vi entre los últimos del pelotón. Roger Kluge hizo un trabajo enorme para llevarme de vuelta a la cabeza del pelotón, justo en la rueda de Dylan Groenewegen. Una vez ahí, tuve tiempo suficiente para recuperarme antes del sprint.
Estaba un poco triste de no haber ganado en Bélgica, porque sabía que era algo que hubiera significado mucho para mi equipo y sus patrocinadores. Por fortuna, Lotto-Soudal ha seguido creyendo en mí y rodando en cabeza del pelotón para mí.
