Vi que la escapada cogía muchísima ventaja y me resigné a que llegarían mucho más lejos de lo que a la postre hicieron. Los abanicos lanzaron al pelotón y, por desgracia para ellos, nos ayudó a cazarles antes y me permitió atacar para coger un par de puntos para la montaña en Mûr-de-Bretagne.
En la cima de Mûr-de-Bretagne, Jack Bauer me propuso colaborar para buscar juntos la victoria de etapa. Hubiera estado bien, pero resolví que debía quedarme en el pelotón para ayudar lo mejor posible a Bauke Mollema.