EL TERRENO DE JUEGO
Al trazar el recorrido del Tour se trata de dar protagonismo a todas las especialidades del ciclismo. Las calles adoquinadas del norte de Francia y Bélgica ocupan un lugar de excepción en la historia de la disciplina y han formado tradicionalmente parte del programa de las citas deportivas del mes de julio. La potencia y habilidad que exige este terreno a los corredores contribuye a la dificultad del Tour de Francia, y será sin duda el escenario de la primera criba. Este año, nueve tramos de la París-Roubaix serán recorridos durante la 5ª etapa del Tour, lo que constituye algo más de 15 kilómetros de adoquinado: lo suficiente para hacer temblar a los favoritos de la Grande Boucle durante los últimos 70 kilómetros. Los primeros aspirantes al título tendrán como prioridad absoluta sortear estos obstáculos sin salir mal parados. Los especialistas de la Reina de las Clásicas partirán, por su parte, al asalto de su bocado de gloria.
CON LA VISTA PUESTA EN... FABIAN CANCELLARA
Entre los vencedores de la París-Roubaix presentes en el pelotón, Fabian Cancellara es quizás quien tiene más papeletas para llevarse la gloria en esta ocasión, merced de sus tres triunfos en “la Pasquale”, a los que se suman tres Tours de Flandes. El rey de los adoquines no tendrá rival a su altura en este registro y debería aprovechar la ocasión que le brinda el 9 de julio para asestar un nuevo golpe. En 2010, con motivo de la última visita del Tour a Arenberg, Fabian Cancellara tenía como cometido proteger a sus líderes. El trato fue perfectamente respetado en lo que se refiere a Andy Schleck, que cruzó la meta en 5ª posición con el mismo tiempo que Cadel Evans, mientras que Frank Schleck se veía obligado a abandonar la carrera por una lesión en el hombro. De paso, el rodador suizo se hacía con el maillot amarillo, que lució hasta la llegada del Tour a los Vosgos.
En la aproximación a Arenberg, es probable que Fabian Cancellara tenga libertad para librar un asalto. Es posible que se hayan abierto grandes huecos en la clasificación general al término de la etapa de Sheffield, pero todo apunta a que el maillot amarillo hará lo posible por coronarse de nuevo sobre el adoquinado. Con 21 días vestido de amarillo desde 2004, el corredor del Trek ostenta ya el récord entre los ciclistas en activo: a este nivel de la jerarquía, es el único que queda que no se ha proclamado vencedor del Tour. Un 22º día en la cumbre le permitiría superar a Romain Maes y Greg LeMond; y un 23º a Joop Zoetemelk y Laurent Fignon. Se trata, sin duda, de un hermoso desafío para este amante de la historia de la bicicleta...
LE SEGUIRÁN DE CERCA...
Es habitual decir que el Tour de Francia puede perderse entre adoquines. Debido a ello, los intereses y aspiraciones podrían desviar a algunos equipos del objetivo de la victoria de etapa. Queda por ver si Fabian Cancellara encuentra sobre la carretera otros serios aspirantes, consolidados o no, dispuestos a engullir los adoquines. Habrá que seguir de cerca, por ejemplo, al alemán John Degenkolb, quien le robó el segundo puesto en el velódromo de Roubaix el pasado mes de abril y posiblemente también tratará de llevar la voz cantante el 9 de julio. Geraint Thomas, por su parte, deberá hacer las veces de escudo de su líder Chris Froome, si bien no se descarta que intente dar la campanada a título personal. El 6º puesto de Peter Sagan en la París-Roubaix le posiciona como un serio aspirante a la gloria del día, incluso más que el ganador Niki Terpstra, y tanto como Sep Vanmarcke (4º), Zdenek Stybar (5º) o incluso Arnaud Démare (12º).
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25 junio 2014
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