“Ha sido durísimo defender el maillot amarillo todos los días. Luego no podíamos luchar por la victoria de etapa porque casi todas eran buenas para la escapada; no podíamos evitar que se marcharan. Hoy, en cambio, era un buen día para controlar la fuga desde atrás: era un 50/50 [por ciento de opciones] entre escapada y pelotón. Todos mis compañeros tuvieron un buen día y gracias a ello pudimos cazar la fuga a tiempo. A partir de ese momento, era yo quien tenía que intentar ganar la etapa… y salió bien”
“[Cuando yo ataqué, Richard] Carapaz, [Jonas] Vingegaard y yo nos fuimos solos, pero solo Jonas y yo colaboramos para meter tiempo al resto de favoritos de la general. En un momento dado, Jonas vino y me dijo que pensaba que Carapaz se estaba tirando un farol [no pasando al relevo]. Yo pensaba lo mismo: era una cuestión de táctica. Cuando Carapaz atacó, estaba resuelto a atraparle y quedarme a rueda. Sólo esprinté con todo en los últimos 150 metros. Ha sido un día fantástico. Ganar de amarillo es una sensación indescriptible”