Reconozco que estaba un poco enfadado en meta, porque estuve muy cerca de ganar y no lo conseguí. No obstante, me siento orgulloso de haber estado luchando por la victoria en mi segunda etapa en el Tour de Francia. Mi compañero Nicholas Roche ha sido básico, porque conocía de memoria todas las subidas y me ha dado muy buenos consejos.
Cuando ha atacado Alaphilippe, he tenido que darlo todo para llegar a su altura. Me ha venido bien ponerme a su rueda, ¡pero casi reviento! Después, colaboré con él y con Yates todo lo que pude. Fue difícil manejar la presión de los últimos metros, con la victoria de etapa y el maillot amarillo en juego. Estaba situado a la perfección a rebufo de Alaphilippe, pero no pude superarle en el sprint final. En todo caso, estoy orgulloso de mi actuación.
Mi equipo Team Sunweb y yo hemos venido pensando en buscar victorias de etapa, pero aun así defenderé este maillot blanco de mejor joven. Ya he conseguido un éxito mayor del que esperaba; quiero disfrutarlo y seguir dando el máximo día a día.
