Ha sido un día muy estresante. Sabíamos, desde el momento en que Bora-Hansgrohe se puso al frente del pelotón, que la etapa sería dura. Intenté estar bien colocado todo el día, intentando guardar las piernas e incluso recuperar. La parte final fue muy peligrosa, con curvas y sube y baja constantes. He logrado sobrevivir, así que estoy feliz.
Hoy no estaba pensando en mañana: sólo en los últimos kilómetros por las calles de Lyon. Es ahora que empiezo a pensar en recuperarme lo mejor posible para tener buenas piernas mañana. Las subidas son muy largas, pero si hay ocasión intentaré atacar a Primoz Roglic.