Este ha sido un día muy especial que no olvidaré jamás. Desde que me desperté noté algo distinto. En la salida he sentido cosas muy diferentes a las que jamás he sentido. Todos los compañeros del pelotón estaban felices por mí, y desde la cuneta escuchaba cada diez segundos mi nombre. Ha sido muy especial. Y encima tenía la motivación de saber que teníamos que hacer esto por Elia Viviani.
La etapa de mañana será más difícil. Creo que tengo una buena opción de ganar y, sobre todo, pondremos toda la carne en el asador para mantener el maillot amarillo.